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Ella siempre creyó que lo mejor que podría pasar era eliminar los recuerdos. Borrar de su mente cada mal momento que había vivido, últimamente se habían convertido más que los buenos.
Ella siempre creyó que lo mejor que podría pasar era eliminar los recuerdos. Borrar de su mente cada mal momento que había vivido, últimamente se habían convertido más que los buenos.
Eliminarlos, tomar una goma de borrar y borrarlo del cuaderno de recuerdos que tiene en su cabeza. Un día converso con
una de sus amigas, la cual le dijo que uno debería tener la oportunidad de retroceder el tiempo y tener la oportunidad de hacer bien las cosas, no eliminarlas, sino cambiarlas. Pero también le dijo que en realidad, todo pasa por algo, que por algo cometemos los errores y aprendemos de ellos.
una de sus amigas, la cual le dijo que uno debería tener la oportunidad de retroceder el tiempo y tener la oportunidad de hacer bien las cosas, no eliminarlas, sino cambiarlas. Pero también le dijo que en realidad, todo pasa por algo, que por algo cometemos los errores y aprendemos de ellos.
Ese día, ella se fue pensando en eso todo el camino a su casa, no llevaba su mp4 por lo que su mente estaba llena de pensamientos acerca de los recuerdos.
¿Cuántos malos recuerdos tenía? millones, así que los clasifico. Habían unos que eran bien tontos, cosas que en realidad importaban muy poco (para ella eran graves) así que decidió no borrarlos del cuaderno, pero no volver a leerlos, o a pasar por esas páginas. Otros recuerdos eran de lágrimas, de penas locas, penas que nacieron sin motivo alguno, de esas que te bajan cuando te acompaña la melancolía. Tampoco quiso borrarlos del cuaderno, tener melancolía no era algo que le disgustase y llorar tampoco, encuentra muy lindo llorar. Y llego a esos recuerdos que duelen, que se sienten en cada poro de la piel, que derraman tantas lágrimas que sientes que se te acabaran. Esa clase de recuerdos que en el momento que pasaron te hicieron sentir mal, probablemente hasta te enfermaste. Pero tampoco pudo borrarlos, quería tanto deshacerse de lo que alguna vez le hizo mal, pero pensaba que por algo estaban en el cuaderno que guarda en su cabeza...Cuando llego a su casa entendió por qué no pudo borrar nada. Porque son parte de su vida, ella es lo que es por todo lo que ha vivido y los recuerdos son parte de ello. Decidió que no abrirá el cuaderno hasta que sea necesario, hasta que el cuaderno pueda ayudarla a enfrentar algo que se transformará en un nuevo recuerdo.
¿Y yo? ¿Qué haré con mis recuerdos?
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