Probablemente sea porque de todas las horas que me acuerdo de ti, las de la noche son las más constantes. O quizás porque en este momento del día es cuando quiero creo con todas mis ganas que de alguna mágica forma me comunico contigo y algo especial te hago sentir.
Pueden ser muchas cosas, pero últimamente tengo el deseo de escribir con nombre todas las letras. De una vez darle un remitente a mis cartas, decirte; Hey! tu, si tu, todo esto es para ti... Pero las ganas duran lo que me demoro en escribir. Cuando levanto el lápiz de la hoja la realidad llega a mi y todo el deseo de confirmarte - sé que lo sabes - lo que siento, se va.
No me gusta la realidad, cuando se trata de ti, podría vivir eternamente en mis sueños.
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