Impulsiva

El frío llena cada parte de mi cuerpo y siento que el metro es el mejor lugar donde se podría esta. Es temprano y dormí demasiado bien, aú así tengo mucho sueño. Me gusta el metro cuando va con poca gente, como ahora.Tiempo hace el que no andaba en un metro tan vacío y me gusta, ni siquiera sé en cupal estación voy, tampoco quiero saberlo. Hoy solo quiero disfrutar el camino sola. Me gusta cuando voy sola y con la menten en frío, puedo pensar en cada cosa que ronda por mi cabeza y pensarla bien. El problema es que hoy no quiero pensar, solo quiero vivir lo que hay a mi alrededor. Me he pasado mucho pensando y poco viviendo, mucho analizando y poco sintiendo. Alguna vez me criticaron que hacia y no pensaba, que era demasiado impulsivam ahora soy yo la que se critica el pensar mucho y hacer poco. Puede que ese sea el problema, estoy pensado demasiado y dejando de lado las cosas que son obvias, los olores, los colores, el viento. Me he vuelto en alguien que piensa demasiado las cosas, pienso en cada detalle antes de actuar.Soy ahora una de esas personas que calcula cada paso que va a dar. ¿Y cómo me doy cuenta? Aquí sentanda en el metro tratando de buscar algo en mi cabeza que valga la pena de ser escrito y no encuntro nada más que milliones de pensamienos que alguna vez quisieron ser acciones, ideas que jamás fueron dibujadas. Me siento extraña, entre feliz y con una pena enorme. Y ya llega el metro a su lugar. (...) Me subo de nuevo, aún esta vacío, aún puede sentarme y mirar. Sigo con el corazón apretado, un tiempo atrás tuve esta misma sensación de no estar haciendo nada. ¡Y quiero algo! quiero hacer algo, quiero gritar, correr, saltar, llorar, abrazar. No quiero volver a sentir que la vida pasa demasiado ráido y yo no puedo seguirle el ritmo. La altura que había alcanzado la perdí,  vuelvo a ser muy chica, vuelvo a sentir que en cualquier segundo alguien me puede pisar. Tengo sueño, tengo esa sensación que en un cerar de ojos me dormiré y me perderé la mirad de  las cosas que pasan en mi vida. Ya ni siquiera soy espectadora, menos productora o escritora. Soy una crítica con una pésima visión de mi película. ¿Y mis refugios? ¿Por qué no soy caoaz de irme a ellos? ¿Estoy esperando a que vengan por mi? No puedo, tengo que ser más impulsiva, tengo que dejar de lado los pensamientos y empezar a actuar. Llegó el metro, abre los ojos Camila, vuelve a la realidad.